martes, 14 de junio de 2011

ACERCA DE UNA “REUNIÓN AMICAL”

Por: Carlos Angulo Rivas.

Tres horas de conversación. Mucho tiempo para una visita protocolar de saludo, innecesaria, además, pero en fin algo como para no aparecer malcriado o displicente. Quince minutos protocolares eran más que suficientes. Y decimos fue mucho tiempo para no saber a ciencia cierta, qué trataron los convidados. De Alan García no se puede fiar nadie y menos los de Gana Perú (Humala, Marisol Espinoza, Abugattás, Chehade) que asistieron a palacio de gobierno. Los políticos tienen responsabilidades y parece que los recién electos no están entendiendo las cosas. La reconciliación nacional, nada tiene que ver con los políticos derrotados en la alianza corrupta de la mafia fujimorista, alanista, PPK y Castañeda; toda ella con cabeceras cortadas por la misma tijera de la indecencia en el Perú. La reconciliación no puede significar pactos con la corrupción y la inmoralidad, con la vesania y el cinismo, con el crimen y la descomposición del estado. Recuérdese que la lucha principal, en la segunda vuelta electoral, fue contra una organización mafiosa de enormes tentáculos que, habiendo sido derrotada, hoy se siente la ganadora sobre la base de los poderes fácticos que dominan.

“Básicamente, (se trató de) escuchar las experiencias (de García)” señaló Ollanta Humala a su salida de palacio. En pocas palabras no quiso decir lo que tenía que decir. Mal comienzo, porque para el pueblo no debe haber secretos, ni suspicacias ni tratos a su espalda. García Pérez es un enemigo peligroso, cínico y capaz de cualquier temeridad resolutiva, su lugar es el banquillo de los acusados en los tribunales de justicia y luego la cárcel que espera a los delincuentes de su calaña, tal como ocurre con Alberto Fujimori. Sin embargo, muy escueto, cuidadoso y arreglado, Ollanta Humala, pretende olvidar agravios y dice alrededor de anteriores críticas injuriantes hechas por García Pérez contra él, que “en este nivel de lo que hay que hablar es del Perú.”

Preguntemos en voz alta. ¿Qué es hablar sobre el Perú y por qué el país no debe saberlo? Suponemos que el señor Ollanta Humala habrá tratado sobre las denuncias hechas por él durante el debate presidencial, respecto a los crímenes de Bagua, Moquegua, Arequipa, Puno, Madre de Dios, etc. y de cómo se van a devolver las “montañas de dinero” sustraídas al país por Alberto Fujimori, Vladimiro Montesinos, Aritomi, los generales del “chino” “chino” “chino” encabezados por Hermosa Ríos, Malca y otros; seguro, también, sobre las otras “montañas de dinero” sustraídas en los “faenones” de Alan García y sus secuaces Jorge del Castillo, Leon Alegría, Garrido Lecca, Quimper, Castañeda, etc. ¿Sobre esto quiere guardar discreción el presidente electo? No es necesario, amigo Ollanta, hable claro, nosotros lo respaldamos. El “dialogo democrático” no significa “borrón y cuenta nueva” la ciudadanía entera espera honestidad y aplicación de la ley, por muy “simpático” “cordial” y “colaboracionista” que les parezca o se ofrezca Alan García Pérez.


Insistimos, tres horas de “dialogo democrático” es mucho tiempo. Tiempo perdido porque de Alan García no se puede aprender absolutamente nada, excepto, los convidados estén interesados en aprender cómo cometer genocidios y quedar impunes; cómo robar a manos llenas y lograr prescripciones a sus delitos; cómo llamar a los pobladores humildes, ciudadanos de tercera clase y perros del hortelano; cómo reprimir el movimiento obrero y popular con leyes especiales de penalización; cómo fabricar “faenones” con sus compinches y echarles la culpa a ellos; cómo recibir “coimas” de los contratistas con el estado Collique, Pentagonito, Graña y Montero, consorcios mineros, Telefónica, etc. y la brasilera Ofebrecth y luego aceptar “donaciones” de Cristos a lo robado y poner de la “suya” cien mil soles. En fin lo único que se puede aprender de Alan García Pérez es como tan fácil, pero tan fácil, “la plata llega sola” y no creemos que ninguna de estas lecciones, sean buenas para los recién electos mandatarios.

14 de Junio; nacimiento de dos grandes en la historia

14 de Junio 1928 / Nace el Che Guevara


El Che, que no solo fue un combatiente sino también un pensador revolucionario, portador de un proyecto político y moral, de un conjunto de ideas y valores por las cuales luchó y murió. El guevarismo no es calco ni es copia y es expresión de la historia del socialismo latinoamericano, cuyo fundador es José Carlos Mariátegui, distinto al estructuralismo ortodoxo difundido por los Partidos Comunistas de Europa del Este difundido en nuestro continente. La crítica del capitalismo, la utopía comunista del hombre nuevo y los temas centrales de su obra tienen su fundamento en el humanismo revolucionario y es una invitación a repensar el marxismo.

El 14 de junio 1894 / Nace José Carlos Mariátegui

Profundo pensador y combatiente por el socialismo y cuya originalidad tiene importancia universal. Su marxismo herético tiene afinidades importantes con importantes escritores marxistas como Antonio Gramsci y Gyorgy Lukacs. En el centro de la heterodoxia mariateguista se encuentra una concepción romántica-revolucionaria “La fuerza de los revolucionarios no está en su ciencia; está en su fe, en su pasión, en su voluntad.” (El hombre y el mito). En las obras de Mariátegui se encuentran socialismo y cuestión nacional, política y cultura, revolución y vida cotidiana. La particularidad de sus planteamientos consiste en considerar la teoría como unidad en constante recreación, en permanente diálogo con la cultura contemporánea. Y esto es lo que lo transforma en un pensador de vanguardia.

Por: Marianela Morales Vásquez