lunes, 26 de julio de 2010

DEFENSA DE LA IMAGEN DE TUPAC AMARU

Por: Delfina Paredes

El nombre y la figura de Túpac Amaru estuvo proscrita por más de un siglo.

Creo que la primera persona que se atreve a rescatar su nombre, aunque no su personalidad a cabalidad, es Clorinda Mato de Turner, en su obra de teatro, Ima Súmac, que tampoco es la del Ollanta, sino una princesa acosada por un capitán español, ella tiene como su salvador, precisamente a un joven indígena :Túpac Amaru. Posteriormente creo que en la tendencia artística cultural del Indigenismo se le empieza a nombrar destacando su levantamiento. Luis A. Valcárcel es uno de los historiadores más comprometidos con el personaje.

Es en la época de Velasco, en que se levanta su figura, particularmente después de la Reforma Agraria. Es importante tener en cuenta que entonces todos los ayayeros, muchos de ellos dirigiendo Sinamos nos hartaron de la figura de T. Amaru, lo nombraban sin cesar y su imagen circulaba por doquier. En ese momento me invadió un sentimiento de rechazo y repetía críticas contra su movimiento y hasta tuve la osadía de negar que aquello fuera una verdadera rebelión. ¡Ay la ignorancia!.

A fines de 1979 llegó a mis manos el libro "LA REBELION DE TÚPAC AMARU Y LOS ORÍGENES DE LA INDEPENDENCIA HISPANOAMÉRICANA " de BOLESLAO LEWIN. A medida que lo iba leyendo un gran sentimiento de culpa y de verguenza me iba invadiendo, pues yo peruana, sabía y me había interesado, prácticamente nada de una etapa crucial de la historia que marcó el inicio de la liberación Latino americana.

Boleslao Lewin es de origen judío, nacido en Inglaterra y afincado en la Argentina. Este extraordinario historiador realizó exhaustivas investigaciones en el Archivo general de las Indias, así como en los archivos de La Plata (Argentina), Bolivia, Lima y Cusco en el Perú, Chile. Tiene además frases de agradecimiento para Francisco A Loayza que le facilitó algunos documentos en Lima. Tengo en deuda buscar algunas publicaciones de Loayza, sólo pude encontrar "La verdad desnuda" que es el alegato que presenta Balza, sobrino de Arriaga contra el obispo Moscoso.

Leer el libro de Lewin me ligó a un sentimiento de gratitud inevitable no sólo con José Gabriel, sino con Micaela, Tomasa, Diego Cristóbal, Mariano, Hipólito y el pequeño Fernaditito (Fernanducha en runa simi),Marcela Castro, Cecilia y Andrés Mendigure, Pedro Mendigure, Antonio y Miguel Bastidas,Ramón Ponce, Tomás y Nicolás Catari, Pedro Vilcapaza, Julián Apaza (T,Catari) Bartolina Sisa, Greogoria Apaza ... Bueno, la lista es enorme y sus hechos colosales.

Creo honestamente que sigo en deuda con ellos aunque he tratado de amenguarla.

En el 2005 pasé cuatro meses viviendo en Tungasuca y trabajando con niños escolares de Surimana, Pampamarca, Tungasuca y CCochapata. Presentamos obras de teatro que aún llegaron al T.Municipal del Cusco. Trabajamos algunos cuadros de mi obra teatral "El hombre Túpac Amaru" y con los más pequeños, cuyo colegio lleva el nombre de Fernando Túpac Amaru, en Tungasuca, que no sabían quien era exactamente ese personaje, trabajamos una pequeña obra en quechua a la que titulamos "Fernanducha visita al Apu Ausangate".

El 2006 y 2007 tuve la suerte de ser acogida en Ocongate en las alturas de Quispicanchi, y allí, con alumnos de este lugar y de Ccarhuayo, también trabajamos obras con la historia de Túpac Amaru.

Bueno, quizá he escrito esto pensando en que la ignorancia nos puede llevar a conductas inexplicables y hasta irracionales, pero que una vez superada y enterándonos de los hechos estaremos en condiciones de asumir nuestras deudas con la historia.

Otrosí: Quizá Velasco tuvo el cuidado y acierto de conocer con bastante precisión la historia. Estos pueblos lo recuerdan con gratitud, pues cualquier obra o mejora que en siglos les llegó, fue precisamente en el período de su gobierno.

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